Casi en secreto, Edgardo Cozarinsky ha construido una filmografía de extremo rigor que se resiste a cualquier encasillamiento. Crepúsculo rojo (2003), su última película, cruza en París a tres personajes que intentan cambiar de identidad pero que son perseguidos hasta allí por un pasado que acecha de manera fantasmática sobre el presente. Cozarinsky ha realizado una obra de tono elegíaco y melancólica belleza. El Centro Cultural de España en Buenos Aires hará una proyección especial de este film aún no estrenado y luego el cineasta se referirá a su proceso de creación.