A Buenos Aires se la puede adorar o detestar: de a ratos, de un día para el otro, o simplemente para siempre. Se la puede mimar o maldecir, filmar, fotografiar o, ya un desafío de proporciones quijotescas, dibujar. Eso se propuso Miguel Rep. Barrio por barrio, y son cuarenta y ocho. Esta segunda edición -doce años después de la primera- es la puesta en hora de una ciudad siempre desactualizada, hacia atrás y hacia delante. Después de Rep hizo los barrios, nadie va a caminar por la misma ciudad. Editorial Sudamericana