Las fotografías son productos de la realidad semejantes a los documentos cuando contienen información visual clara, legible y fidedigna. En otras fotos la autoexpresión o la habilidad de sus autores es más importante que la veracidad del contenido de la imagen, que puede haber sido construida. La historia de la fotografía es una sucesión de variaciones de estos modelos, el documental y el artístico, preponderante en los años en que el posmodernismo dominó la
escena cultural.
Sin embargo, la fotografía documental ha reaparecido, entre otras razones  por la autonomía que proporciona a los autores para realizar sus proyectos independientemente de las restricciones de la actualidad o el mercado: pueden escoger los temas y las historias que componen la información de sus fotos, determinar los patrones formales con los que las realizan y, finalmente, ordenar y difundir su trabajo con más libertad que los artistas que hacen o emplean fotos, los fotoperiodistas y los fotógrafos de moda o publicidad.
En los renovados lenguajes documentales se mantienen elementos del viejo modelo, pero no todos. En los estudios visuales se habla de fotografía narrativa, documental y editorial. Narrativa porque cuenta historias y editorial porque las imágenes son publicadas, muchas veces en forma de fotolibros. Los autores que practican estos lenguajes (como Luc Delahaye, Stan Douglas, Mitch Epstein, Stephen Gill, Paul Graham, Rinko Kawauchi, Martin Parr, Joel Sternfeld, Alec Soth, Guy Tillim o Bertien Van Manen, entre otros) son menos pretenciosos que
sus antecesores, no intentan impresionar al público con testimonios extraordinarios ni tratan de exhibir evidencias completas. Más que presentar pruebas de cargo, se conforman con que sus imágenes no sean más que un suplemento de los hechos, cuenten historias sin pretensiones de hacer Historia. No temen las lecturas abiertas, aunque sean distintas de las que ellos mismos hacen, que no ocultan en su trabajo, muy alejado de la neutralidad y la objetividad imposibles de la vieja fotografía documental.

Horacio Fernández es doctor en historia del arte y profesor titular de historia de la fotografía en la facultad de bellas artes de Cuenca desde 1988. Su especialidad es la historia y crítica fotográficas. Fue crítico de arte en revistas y periódicos españoles como Buades, El Europeo y El Mundo entre 1986 y 1994, abandonando esta actividad al empezar a comisariar exposiciones. En su trabajo curatorial destacan las muestras “Mexicana” (1997: IVAM, Valencia), un estudio sobre la fotografía moderna en México en el que se trataba de la misma manera la obra de fotógrafos mexicanos y visitantes, “Fotografía pública” (1999-2000: MNCARS, Madrid; Museo de Bellas Artes, Bilbao), exposición que trataba de la importancia de las fotografías impresas en medios de comunicación durante el periodo de entreguerras, y “Variaciones en España” (2004: MARCO, Vigo; Centro Cultural de la Villa, Madrid; CAAM, Las Palmas), un ensayo sobre las relaciones entre fotografía y artes visuales en España entre 1900 y 1980. También ha sido comisario general de PhotoEspaña, tratando en las ediciones a su cargo de la vigencia del modelo documental en las representaciones visuales contemporáneas de la historia (2004), la ciudad (2005) y la naturaleza (2006), comisariando entre otras muestras tres monografías específicas sobre estos temas, “Imágenes de historia”, “Viaje alrededor de mi casa” y “Del Paisaje reciente”. En la actualidad tiene una exposición abierta (“De Viaje”, Instituto Cervantes, Madrid) y trabaja en una investigación sobre la historia de los fotolibros latinoamericanos, que acabará con una publicación y una muestra itinerante en 2010.

Marcelo Brodsky. Fotógrafo y Economista formado en Barcelona durante su exilio en los 80. Es miembro del organismo de Derechos Humanos Asociación Buena Memoria y de la Comisión Pro Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado que supervisa y coordina la ejecución del Parque de la Memoria junto al Río de la Plata y del Monumento por los desaparecidos y asesinados durante la dictadura militar. Editó y expuso las obras Buena Memoria, Nexo, Memory Works, Memoria en Construcción, el debate sobre la ESMA y Vislumbres,  en diversos museos y galerías en más de 25 países (1997-2008). Es autor también de  Los condenados de la tierra, Piedras sobre Piedras e Imágenes contra la ignorancia, instalaciones éstas que fueron expuestas entre el 2003 y el 2007 en varios países. Su obra más reciente es Correspondencias con Manel Esclusa, un diálogo fotográfico con su maestro catalán. Participó de la curaduría de Cuerpos Políticos, organizado por el Hemispheric Institute for Performance and Politics y como coorganizador del Forum Latinoamericano de Fotografía en SP.