La experiencia de la ciudad constituye uno de los hitos fundacionales de la literatura moderna, como nos lo recuerdan el flâneur baudeleriano descrito por Benjamin, el hombre de la multitud narrado por Poe o el poeta paseante de Robert Walser. Muchas grandes obras de los dos últimos siglos resultan imposibles de desvincular del contacto con la vida múltiple y las variaciones constantes de calles, pasajes y rincones urbanos. Al mismo tiempo, esta experiencia fragmentada dio paso a otros grandes relatos de los tiempos modernos: la soledad en medio de la multitud, la alineación o la nostalgia del encuentro con una autenticidad perdida en la artificialidad de la urbe aparecen una y otra vez en las ficciones y la poesía de esa época. Sin duda vivimos otro tiempo, y esa vivencia que exigió siempre pisar el asfalto, andar por las aceras, atravesar las calles, intercambiar miradas fugaces con los rostros que se cruzan en nuestro paseo o detenerse en los escaparates, exige otras formas de contacto. El paseante puede hoy recorrer infinidad de lugares sin levantarse de su silla ni salir de casa, el ojo y su mirada sustituyen a los pies en ese recorrido: las ciudades no se pasean sino se navegan, no tenemos que adentrarnos obligatoriamente en sus callejones sino que vienen a nosotros multiplicadas, entremezcladas en imágenes infinitas que hacen que cualquier ciudad se torne tan irreal como posible. Otra velocidad, otro ritmo, un despliegue de sensaciones diferente piden una nueva sintaxis narrativa a la hora de dar cuenta de estas transformaciones. Quizás este encuentro permita comenzar a aclarar cómo esta nueva coyuntura está afectando a las ficciones del presente. Se ha elegido para ello a urbanitas irredentos para los que, como señalara Enrique Vila Matas en uno de los textos de Desde la ciudad nerviosa: “El campo tienen una belleza soporífera. La ciudad, en cambio, es la poesía misma”

PROGRAMA

10 de septiembre
LOS NUEVOS PASEANTES

Eduardo Becerra
Nuevos paseantes para nuevos pasajes
La mirada del escritor hacia la gran ciudad, el recorrido por sus calles, constituye uno de los signos fundacionales de la modernidad literaria. Las nuevas configuraciones urbanas del presente y las nuevas condiciones de la expresión artística vienen reformulando esta relación entre literatura y ciudad y la posición y la actitud del escritor ante estos nuevos escenarios.

Esther Cross
Salen a la calle
En medio de un problema, el personaje toma una decisión: sale a la calle. A veces hasta parece que se inventa un problema o una misión con tal de salir. Pasa del interior al exterior, de lo privado a lo público. En la tensión entre esos extremos se definen su vida y la ciudad que la rodea.

Cecilia Szperling
Caperucita en la ciudad
Una chica que no sabe que es una ciudad, no puede abarcar esa noción y cree que la ciudad es solamente cada lugar que ella conoce y las cosas que allí suceden.


11 de septiembre

NARRATIVAS DE LA CIUDAD

Edmundo Paz Soldán
Una puesta en abismo: Ciudades virtuales y literatura
Si se puede entender la literatura como una realidad virtual, las ciudades virtuales que aparecen en algunas obras son una puesta en abismo de la misma literatura, una suerte de doble virtualidad, visible en ciudades virtuales como la Santa María de Onetti, o, ya en el terreno de la ciencia ficción, el Metaverso de Neal Stephenson.

Rafael Courtoisie
Narrativa urbana en Hispanoamérica: Nueva narrativa y aldea global
Al inicio del nuevo milenio se concretan, en Latinoamérica y España, nuevas formas de narrar la ciudad. El espacio urbano ha sufrido una “expansión” hacia lo virtual mientras que el planeta experimenta una “contracción” en términos de lo que MacLuhan denominó “global village”.

Daniel Link
Ciudades imaginadas: de los universales abstractos a los particulares concretos
La experiencia urbana y el modo en que las ciudades son imaginadas por la literatura es, naturalmente variable. Aquí se examinan algunos momentos de esas formas de la imaginación en la narrativa argentina (de Cortázar a Cucurto, pasando por Saer).


12 de septiembre

MESA 3: CIUDADES LITERARIAS

Belén Gache
Zurich: De relojes y máquinas del lenguaje
Durante la primera mitad del siglo XX, una serie de escritores de diferentes corrientes estéticas y también de distintas nacionalidades (Tristan Tzara, Hugo Ball, James Joyce, Robert Walser, entre otros) han habitado en la ciudad de Zurich y han tratado al lenguaje en forma maquínica refiriéndolo al motivo del reloj, el robot o la marioneta.

Jorge Benavides:
Madrid era una siesta
Madrid como ciudad literaria y como mi ciudad literaria. Escritores que sin ser de Madrid escribieron de ella:  su ambiente literario y su extraordinaria fuerza como ciudad refugio a pesar de las extrañas costumbres de los madrileños que, al fin y al cabo, somos todos los que vamos llegando y nos vamos quedando.

Alan Pauls
El futuro anterior
Brasilia como icono de ciudad hipercontemporánea cuyos perfiles permiten adivinar en ella su conversión en un museo del futuro.

Rodrigo Fresán
Apuntes para una teoría de la ciudad movediza
¿Cómo un escritor alcanza la idea y el mapa de la ciudad ideal y propia donde transcurrirán sus ficciones? El punto de partida es la Buenos Aires de la infancia, tras pasar por la metrópoli embotellada de Candor, se recorren todas y cada una de las escalas hacia la inquieta y polimorfa y perversa Canciones Tristes.


13 de septiembre

MESA 4: LA CIUDAD EN IMÁGENES

Marcelo Cohen
Informe sobre una ciudad sintética
En base a la descripción de una serie de fotos urbanas encontradas no se sabe cómo, un informante argumenta, ante una junta de personalidades no muy habituadas a la calle, la hipótesis de que las imágenes son de un solo autor y que pertenecen a cierta Ciudad Sintética.

Mauricio Montiel Figueiras
Las nuevas ciudades invisibles
Algunos de los centros metropolitanos más emblemáticos del mundo (Nueva York, Los Ángeles, Ciudad de México, París, Tokio, etcétera) se han transformado, gracias al cine, en personajes fundamentales del imaginario contemporáneo.

Naief Yehya
Ciudad cyborg: Lo virtual, lo concreto, imágenes fílmicas en nuestros asentamientos mineralizados
Desde la aparición del cine la urbe se ha multiplicado, desdoblado y tornado eterna, capaz de ser contemplada aún después de su colapso. Este espacio filmado, intangible pero relevante e influyente, engendró el ciberespacio, una noción abstracta parida de la ciencia ficción, pero tan real como para dar lugar a las más complejas articulaciones sociales y culturales. Conceptos como las distancias, la identidad, la presencia física, la sexualidad e incluso la mortalidad aquí se modifican constantemente.

Jordi Costa
Crónicas de Central City: la ciudad “noir” como collage expresionista
Mientras el cine negro clásico creó su iconografía a partir de la tensión entre la estilización y la mirada documental, en el terreno del cómic, la ciudad noir ha sido contemplada casi siempre como territorio abstracto. De la Central City de The Spirit a la Sin City de Frank Miller, el universo de las viñetas ha establecido un estimulante diálogo con sus referentes cinematográficos: en algunos casos, esa ciudad reflejada en el espejo deformante de la viñeta ha sido reabsorbida en la pantalla sublimando su naturaleza de fantasmagoría.

Con el apoyo del Ministerio de Cultura de España.