“La poesía -esa escritura de la incertidumbre pero también de la intensidad, esa escritura del no saber, del desconocimiento, esa escritura que habla también de su contrario- reafirma su realidad en una expansión hacia los márgenes, en una búsqueda constante de fuga, de escisión, de ensanchamiento de capacidad simbólica hasta su desborde, para destruir todo proceso de designación, de control, de clasificación; para evitar toda fijación de pautas, de imposiciones estéticas, en fin, para eludir ser aprisionada entre las paredes de los convencionalismos formales.” Mario Sampaolesi