El CCEBA es históricamente un lugar de referencia obligada para la difusión y fomento de las artes audiovisuales en nuestro país. Cuando abre sus puertas en 1988, bajo el nombre de ICI (Instituto de Cooperación Iberoamericana), este espacio se convirtió de inmediato en un ámbito de contención para la primera generación de artistas de video, gestores culturales y pensadores del arte vinculado a los medios, que se estaba consolidando en nuestro país. En marzo de 1989, se lleva a cabo la primera edición de Buenos Aires Video, la muestra de videos argentinos que fue durante años el índice de la producción nacional. Incluyendo las obras que año tras año formaban parte de este evento se abrió, dentro de su mítico subsuelo de la calle Florida, una videoteca, herramienta fundamental para la formación de un gran grupo investigadores y realizadores que no encontraba el entorno donde saciar su avidez de acceder a piezas videográficas. Ese importante espacio de consulta sigue hoy abierto manteniendo su tradición y generando estrategias para su actualización. Recientemente el CCEBA ha adquirido cincuenta títulos de la distribuidora Hamaca, una organización sin fines de lucro dedicada a la difusión de obras audiovisuales españolas que cuenta con producciones actuales y de gran valor histórico.
Vaivén es un ciclo de proyecciones de video constituido a partir de esas obras. Durante  junio, julio, agosto y septiembre se exhibirán programas diseñados por diferentes curadores, que acercarán al público recorridos peculiares a través de estas piezas recientemente incorporadas al catalogo de la videoteca. Abren el ciclo los programas propuestos por Jorge Zuzulich y Pablo Marín.
Andrés Denegri

 

6 y 13 de junio - 19 hs.
Programa I
Apuntes al pasado
“Cuando el trabajo sobre un determinado problema artístico llega a un punto tal que, a partir de premisas aceptadas, parece infructuoso seguir insistiendo en la misma dirección, acostumbran a surgir aquellos grandes retornos al pasado; o mejor aquellos cambios que, a menudo, están relacionados con la asunción del rol conductor por parte de un nuevo sector o de un nuevo género de arte y que crean justamente, a través del abandono de lo ya aceptado, es decir, a través de un retorno a formas de representación aparentemente ‘más primitivas’ la posibilidad de utilizar el material de despojo del viejo edificio para la construcción del nuevo.” En realidad, citas como ésta de Erwin Panofsky, de su estudio sobre la perspectiva de 1927, demuestran que eso conocido hace unas cuantas décadas como found footage (una definición: robar un fragmento o una totalidad audiovisual ajena y reutilizarla con fines personales) y todavía en auge, es una idea desbordante y originaria, presente en la práctica artística mucho antes del nacimiento de la palabra arte, sin mencionar las imágenes en movimiento. Pero también parecen justificar, de manera algo preconsciente, por qué una práctica basada en el saqueo -que fue política antes que filosófica, ilustrativa antes que política, y fisiológica antes que ilustrativa- tuvo su razón de ser en la arista más penetrante de la industria cultural: ese reino caótico, lleno de espejismos y calles sin salida que es el cine. Y en el video; que es, después de todo, lo que ubica todo esto en 2008. La justificación, hay que decirlo, aparece en la proyección y solo allá, por lo que sería inútil intentar reproducirla acá con palabras. De la experiencia directa con las imágenes robadas de Fernández, Serra, Hurtado y Lacuesta se podrá comprobar si esas luces y sombras en la pantalla son tan sólo retornos al pasado o apuntes sobre un nuevo género. Mientras tanto, en esa provocativa franja de incertidumbre se mueven estos cuatro videos.
Pablo Marín

Proyecciones:
-Primetime, Félix Fernández, 2003, 14’
-La noche, Toni Serra, 1994, 9’
-Kirlian Corp., Xavier Hurtado, 1995, 11’
-Microscopías, Isaki Lacuesta, 2003, 23’


20 y 27 de junio - 19 hs.
Programa II
Abismar la mirada
Programa doble, desdoblado. Obras que se proponen juntas, pero a la vez se las distancia en el tiempo. No se trata estrictamente de señalar contrastes, de contraponer zonas signadas por retóricas diferenciadas. Se trata, entonces, de producir un acercamiento por los bordes. En tal sentido, es posible entrever, a propósito de las producciones en cuestión, que estas operan a partir de entender la imagen como un campo de generación de sentido inestable, de la puesta en crisis de la imagen en tanto tal y por ende de nuestro propio lugar de recepción. Como señala Didi-Hubermann, siguiendo a Benjamin: “(…) una imagen auténtica debería darse como imagen crítica: una imagen en crisis, una imagen que critica la imagen –capaz, por lo tanto, de un efecto, de una eficacia teórica-, y por eso mismo una imagen que critica nuestras maneras de verla en el momento en el que, al mirarnos, nos obliga a mirarla verdaderamente.”
En Los lobos, de Francisco Ruiz de Infante, la imagen se asume barroca, centrípeta, siempre recursiva, replegándose sobre sí a través de diversos procedimientos técnicos, yuxtaponiéndose. Una poética del exceso que abisma la mirada del espectador. La lógica del sueño se apodera de la estructura de la imagen, todo es condensación y desplazamiento. Quizás cierta herencia del modernismo se cuele en esta forma de entender la imagen a la manera del cine de vanguardia.
Glòria Martí constituye su obra, Frames/Fragmentos, como collage visual. Materialidades heterogéneas se ponen en relación para abrir una reflexión en torno a diversas problemáticas actuales: identidad de género, profusión de medios de comunicación, globalización… Aquí la imagen es más bien háptica, ha perdido profundidad, es una pantalla que el ojo recorre con una lógica táctil. Superficies crudas que se ponen en relación unas con otras, derramándose unas sobre otras. Hay una intencionalidad manifiesta de desarticular la  pretensión de independencia de cada frame.
Sentido crítico que parece ser asumido en las dos obras a partir de la exacerbación de su carácter fragmentario. También podría destacarse que las cualidades de los mismos (fragmentos) marcan una diferencia entre ambas, pero en ellas el fragmento opera como resto, huella, vestigio de algo que, quizás en algún momento, tuvo pretensiones totalizadoras.
Jorge Zuzulich

Proyecciones:
-20 de junio
Frames / Fragmentos, Glòria Martí, 2004, 1h 13’ 50’’
-27 de junio
Los lobos, Francisco Ruiz de Infante , 1995, 1h 31’ 30’’

Pablo Marín (Buenos Aires, 1982). Es crítico de cine y creador de La Región Central, el primer espacio virtual argentino enteramente dedicado al cine experimental y formatos reducidos (laregioncentral.blogspot.com). Además de escribir, es jefe de trabajos prácticos de la materia Estética Cinematográfica en la Universidad del Cine, editor de los últimos dos catálogos del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, junto a Agustín Masaedo, y cineasta.

Jorge Zuzulich. Licenciado en Gestión del Arte y la Cultura (UNTREF). Crítico de Arte. Docente universitario de Principios de estética, Introducción a los Lenguajes Artísticos y Crítica de arte (UNTREF); Principales tendencias estéticas y artísticas (UNLAM); Metodología de la investigación para curaduría (UMSA); y en posgrado dicta Teoría del happening y la performance (IUNA). Se desempeña en el área de Artes Plásticas del Centro Cultural Gral. San Martín. Ha sido curador y productor de muestras sobre arte y nuevas tecnologías, así como de arte contemporáneo.